La inserción de la Doctrina Social de la Iglesia en un plan de estudios superiores fomenta un estrecho y fecundo diálogo entre fe y razón, ofrece elementos comprensivos y de discernimiento sobre la actividad económica-política-cultural que se suscita en la sociedad contemporánea, invita a la edificación de una realidad social cada vez más justa y solidaria...(Cfr. CA, Cap. VI)